La electroneuromiografía se destina a la exploración funcional del sistema nervioso periférico. Se trata de un examen funcional, es decir, que permite probar los nervios y los músculos in vivo, cosa que no permite ningún otro examen de imagen como la ecografía (ultrasonidos), el escáner o el IRM.
El examen se realiza habitualmente en dos partes. La primera consiste en el análisis de los influjos nerviosos, sensitivos y motores. Se trata de pequeñas estimulaciones eléctricas de los nervios con recogida de las respuestas mediante electrodos de superficie.
La segunda parte se denomina miografía, o examen de detección, y consiste en el análisis de la actividad eléctrica de los músculos testados. La exploración se realiza mediante una aguja estéril fina y desechable.
Las estimulaciones eléctricas pueden sentirse en ocasiones de manera desagradable, pero son de muy corta duración (décimas de milisegundos), y no presentan ningún peligro de electrocución o deterioro nervioso, al estar el aparato conectado a una toma de tierra.
De manera general, las dolencias nerviosas periféricas, focales o difusas, y las dolencias musculares o de la unión nervio-músculo, justifican una evaluación ENMG. Su desarrollo depende de la evaluación clínica previa efectuada por el médico, al no estar incluida en protocolos o estándares clínicos. El desarrollo del examen se explica siempre al paciente. El examen dura habitualmente entre 30 y 60 minutos, en función de la dolencia.
Son raras las contraindicaciones. La anticoagulación terapéutica o los problemas de coagulación sanguínea limitan el examen de miografía, pero no los estímulos nerviosos. Los marcapasos limitan las estimulaciones muy proximales, pero no el resto del examen.
Estos son algunos ejemplos prácticos, aunque la lista no es exhaustiva:
- El síndrome del túnel carpiano
- La neuropatía ulnar del codo
- La neuropatía radial del brazo o Saturday night’s palsy
- La neuropatía del nervio fibular común al cuello del peroné
- La afección del nervio facial que determina el pronóstico de la recuperación
- Las cervicobraquialgias o lumbociatalgias representan un motivo frecuente de consulta y se manifiestan respectivamente por dolores de la nuca o de espalda que irradian al brazo o las piernas.
- Las polineuropatías